miércoles, 27 de mayo de 2009

Tú los ojos yo la boca.
Tú, párpado que abre la noche y la interroga
Yo, palabra que despierta y le susurra, la nombra.

Tú, la luz y la sombra
Yo silencio, cadencia de sonidos
Tú espía de paisajes clandestinos

Tú, viajero que recorre los andenes
Yo, escribano de tus viajes citadinos.

Tú, observador de estrellas moribundas
Yo, oráculo de su oscuridad en la palabra:

Avistas un cometa, lo recorro con mi lengua,
Atrapas una piedra, la bautizo con mi nombre,
Extrañas a la muerte, la convenzo de que duerma.


El mundo de los ángeles recuerda su olvido

Tus ojos los dibujan
Mis besos los condenan
Tus manos los atraen
Mi lengua los provoca
Tu lápiz los conoce
Mi lápiz los conoce

Tú mirada, yo beso
Un conjuro nos convoca.

2 comentarios:

AMATS dijo...

¿DONDE ENCONTRASTE ESA PALABRAS?...ME LAS ROBASTE ANTES QUE YO LAS PRONUNCIARA...

Motta dijo...

y yo quiciera que aquella que conoce mis pasos y que condena mi dolor, aquella que se rompiera la piel por mi... yo quiciera; simplemente conocerla.