lunes, 16 de febrero de 2009

Una mariposa solitaria vuela dentro de mi boca.
Extiende sus alas polvorientas y se desase en sacudidas
Suicidándose entre mis dientes.

Habla por mi.
Le repite a todos cuánto los quiere
Y les lanza besos de colores vivos, fríos como cadáveres

En la oscuridad reza con sus patitas finas ancladas a mi lengua
Y suplica la soledad y el silencio
Yo rezo porque quisiera ser ella
y cada noche escapar de mi.


Noviembre de 2008
Adriana Carreño

No hay comentarios: